sábado, 16 de noviembre de 2013

El Cuento. Amistad y bondad.

Hace muchos, muchos años al norte de Inglaterra el Rey y sus hombres vivían en palacio rodeados de grandes lujos, sin importarles que su pueblo pasara hambre  y miseria.
La gente intentaba sobrevivir con lo poco que recogían cultivando el campo y el poco ganado que tenían algunos.
También tenían que pagar impuestos al rey y a veces no les quedaba nada que comer, no podían ayudarse entre los vecinos porque vivir allí era difícil para todos.

Un día llego al pueblo un hombre y se quedó a vivir allí, cazaba de maravilla con el arco y las flechas. Solía salir a cazar de madrugada para que la gente del rey no le viera.
Un día había cazado varias piezas y regresaba a su casa cuando se encontró a una anciana frente a una pequeña cabaña. Al preguntarla que era lo que hacía en aquel lugar la anciana respondió –No pude pagar los impuestos y el rey me ha echado de mi casa.
El cazador la dio todas las piezas cazadas que llevaba para que pudiera pagar la deuda y volver a su casa. La anciana le dijo- Tu bondad se verá recompensada cuando lo  necesites, aquí tienes una amistad.
Pasados algunos días volvió a salir de caza y cuando volvía con las piezas vio a un pobre y viejo campesino sin fuerzas para guiar a un viejo caballo arando el campo.
El cazador le dio varias de las piezas cazadas para que las vendiera a cambio de lo que necesitase y también para que comiera alguna de ellas. El campesino le dijo –Tu bondad se verá recompensada cuando lo necesites, aquí tienes una amistad.
Unos días después de aquello, volvió a salir a cazar al bosque y de vuelta vio a un hombre atado, sentado a los pies de un árbol.
El joven le dijo que era propiedad de un señor el cual cuando no cumplía bien con su trabajo le castigaba de aquella manera y hasta que no pagase su deuda no sería libre de él.
El cazador se fue a casa del señor, pagó la deuda con la caza del día, volvió hasta el árbol y le desató. El joven le dijo –Tu bondad se verá recompensada cuando lo necesites, aquí tienes una amistad.

Durante algún tiempo las cosas fueron sucediendo igual con las gentes del pueblo.
Una madrugada cuando apenas había cazado tres piezas, la guardia del rey se presentó en su casa y le llevaron a palacio ante el rey para ser castigado.
El Rey le dijo –Nadie puede entrar en mi bosque, ni cazar sin mi permiso.
El cazador le respondió que lo hacía para poder vivir y para ayudar a sobrevivir a su pueblo que vivía en la pobreza.
El Rey se enfadó mucho por el reproche del cazador y ordenó que le metieran al calabozo de por vida pero que antes pidiese su última voluntad.
Pidió que le dejaran despedirse de sus amigos. Extrañado el Rey por la petición tan rara que había hecho se la concedió. Mandó a sus hombres que le acompañaran y que luego le contaran lo sucedido.
Primero fue a casa de la anciana, le contó lo sucedido y la anciana se fue con él.
Luego fueron a casa del campesino, le contó lo sucedido y el campesino se fue con ellos.
Después llegaron a casa del joven, le contó lo sucedido y se fue con ellos.
Y así fue pasando durante todas las visitas a todos los que había ayudado.
Cuando llegaron al castillo había casi veinte personas acompañando al cazador y el Rey no entendía nada.
Sus hombres le contaron lo sucedido. El Rey les pidió a los que le acompañaban que le dijeran las últimas palabras, entonces la anciana le dijo -Yo daré lo que me queda de vida a cambio de su libertad.
El campesino le dijo –Yo daré mi viejo y único caballo a cambio de su libertad.
El joven le dijo –Yo le serviré a usted durante toda mi vida a cambio de su libertad.
Y fue pasando igual cuando todos iban hablando.

El Rey se conmovió con las palabras de todos ellos, gentes que no tenían nada pero ofrecían todo y pensó como podía solucionar el problema para ayudar de alguna manera al pueblo, pero que se respetara su autoridad y sus leyes.
Gracias a todos sus amigos, el cazador quedó en libertad y poco después fue nombrado “Cazador Real”.
El cazador desde entonces, pudo entrar al bosque a cazar para el Rey y a la vez ayudar a sus buenos amigos siempre que lo necesitasen.


Estos dibujos mostrados a continuación han sido realizados por niños de 6º de primaria después de leer el cuento.





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